miércoles, 13 de abril de 2016

El Ab. Juan José Hidalgo realizó la presentación de la nueva iniciativa social, Liga de Valores.



Corrupción, guerra, narcotráfico, robo, violencia individual, familiar, social, institucional, injusticias, inequidad, destrucción. 

¿Son éstos, acaso, los pilares de nuestra sociedad ecuatoriana?. Y digo los pilares de la sociedad, porque es lo que vemos todos los días, cada vez que encendemos el televisor o leemos un diario, nos alimentamos de estos elementos que generan en la sociedad y en cada uno de nosotros, desconsuelo, desesperanza, ansiedad, depresión, angustia e ira, etc.  

¿Es ésto la sociedad ecuatoriana?, ¿Son éstas realidades las muestras de la fraternidad, la libertad y la igualdad que fueron ganadas con la sangre de héroes, a través de las luchas de las épocas de las luces y la revolución Francesa?. 

¿Debe el hombre seguir sintiéndose esclavo, ya no de una tiranía monárquica, sino de algo más despreciable aún como son los delitos y los antivalores?. 

Tú, que me escuchas hoy. ¿Es aquello lo que quieres?. Estoy seguro de que tu respuesta es ¡NO!. 

Has escuchado, en  innumerables ocasiones, que la delincuencia se va a reducir con nuevas constituciones, con leyes más estrictas. Te habrán dicho más de una vez que la justicia será mejor cambiando a los jueces, reformando los códigos y haciendo más dura las penas.  
Nuestra esperanza ya no radica en la fe en nosotros mismos, sino que, todas nuestras aspiraciones se consumen en la ilusión de la ley. 

Como criminólogo y abogado penalista puedo asegurarte que la ley no cambia conductas, y si lo hace, lo hace por la fuerza. Te pregunto a ti, que me escuchas, ¿quieres ser dominado sólo por la fuerza?. Tu respuesta seguramente será que ¡NO!. 

Vamos resumiendo hasta ahora. No vivimos una democracia plena, los valores que se nos inculcan por medio del escenario de vida que son contrarios a los que cualquier ciudadano aspira. 
Vivimos en una cultura de guerra. Por eso, yo te vengo a proponer hoy vivir en una “Cultura de Paz”. 

Pero, ¿en qué consiste esto?. 

Veamos el escenario actual, estamos regidos por los antivalores, nuestra democracia no es plena, los ideales no se satisfacen, el progreso no termina de llegar, el ser humano vive en una eterna lucha que le produce sentimientos malos. Quieren imponernos por la fuerza, actos que incluso van contra nuestra voluntad. 

Pero esto puede cambiar. Existe una forma, la cual sin embargo requiere de un involucramiento pleno de cada uno de nosotros. Tú, ciudadano, tú, ser humano, eres más que una fría ley. Tú, ciudadano, tú ser humano, eres algo más que aspiraciones no cumplidas. Tú, ciudadano, tú ser humano, eres algo más que antivalores que rigen tu conducta, o sino la rigen, que genera una influencia negativa. Tú, ser humano, tú ciudadano, eres algo más que una serie de malos sentimientos que afectan tu vida a nivel individual, familiar y de tu comunidad.  

Es tanta la cantidad de amenazas que recibimos a diario, que nos hemos vuelto nosotros una amenaza hacia los demás.  Los seres humanos somos algo más hermoso que eso. Somos personas capaces de crear belleza, brindar solidaridad, generar paz, dar amor. 

Los seres humanos responden a un derecho superior que el derecho positivo.  Respondemos que las obligaciones contenidas en códigos jurídicos y estas obligaciones responden a su vez a un derecho universal anterior y muy superior a la esclavitud de la guerra, y a los antivalores. 

Por eso, hoy te quiero traer un concepto nuevo, positivo, alentador, transformador. Hoy te voy hablar de la “Cultura de Paz Ciudadana”. El primer ejercicio para alcanzar esta Cultura de Paz Ciudadana, es la LIGA DE VALORES. 

El proyecto Liga de Valores nació como producto de una investigación científica que me fue encomendada por una prestigiosa universidad. Se trató de una investigación basada en la criminología, que surgió a partir de la necesidad de saber, por qué la gente comete delitos? Y tiene conductas ofensivas?. 

También se esperaba descubrir por qué la gente no lleva una línea recta en su conducta con relación a su moral, la cultura y la ley. Es decir, por qué hay una desconexión entre estos tres mecanismos de regulación de las conductas, siendo que, las tres proponen el establecimiento de una sociedad donde prime la paz. 

Éste estudio se llamó “Mecanismos Cognitivos De Desplazamiento Moral”. 
Al realizar esta investigación, me adentre como base teórica, en las ciencias como la criminología, la psicología y la sociología, además encontré ensayos de Cultura de Paz Ciudadana y de proyectos ya ejecutados en otros países con resultados positivos, en particular el de Antanas Mockus, la ´Cultura de Paz´, realizado en la ciudad de Bogotá y que se ha replicado en otras ciudades de nuestra vecino país Colombia. 

El estudio, que duro alrededor de un año, me permitió llegar a las siguientes conclusiones: 

Desde el ámbito de la psicología social,  se nos presentan las teorías del aprendizaje social y del conductismo, que nos dicen, que es verdad que la sociedad hace al individuo, pero que no es menos cierto que nosotros los individuos somos los que hacemos esa sociedad; es decir, el cambio hacia una sociedad ideal, depende de todos nosotros.  
Como segunda conclusión, descubrí que hay un divorcio entre lo que la ley nos propone, entre lo que la cultura nos impone y entre lo que la moral nos conduce. Es decir, una falta de congruencia que debilita la estructura social y estatal; que permite la violencia, que genera crisis individuales y sociales. 

Por ejemplo, al existir el mencionado divorcio, nos quedamos como esos niños en medio de la pugna de sus padres, haciendo la siguiente analogía: El padre es el estado, la madre es la cultura y la moral, mientras que somos el niño atormentado con terribles consecuencias, que ante esta angustia, generamos crisis de identidad y por lo tanto crisis en nuestro actuar, moral y ético. 

La tercera conclusión, proviene de un concepto de la Sociología, que nos dice que somos actores y también público de un drama teatral llamado sociedad, en donde recibimos -mediante un proceso que se llama “Comportamiento Modelado”- estímulos que también son generados por  tendencias,  es algo así, como cuando se juega a las canicas, usted golpea la canica y esta mueve otra canica… Nosotros somos las canicas de la vida. 

Entonces estamos recibiendo estímulos negativos, antimorales, antiéticos y estamos devolviendo como la canica que rebota -no siempre- pero casi siempre, comportamientos negativos, antimorales, antisociales, que destruyen la democracia y por lo tanto la paz social. 
Hechas estas conclusiones, decidí emprender el desafío de que mi proyecto sirva para hacer un aporte real e incentive un cambio positivo. 

Pero, ¿Cómo se lograría cambiar a la sociedad? ¿Cómo lograr tratar estos temas sin generar aburrimiento?. Porque nadie quiere escuchar de grandes teorías, ni acerca de lo que no hacemos bien o hacemos mal… 
Tomando en cuenta que toda voluntad humana quiere un cambio, nació la idea más simple pero que bien aplicada, puede transformar la democracia, el cambio de los antivalores a los valores y las acciones pro-sociales como algo común. 

Y, lo más importante, podrá encontrar, saborear, disfrutar, garantizar la paz social. Después de leer una frase de Alcohólicos Anónimos, que dice: “hágalo simple pero hágalo”, surgió la idea que dio forma a Liga de Valores. Es un proyecto simple que solo requiere de buena voluntad. 

Sabemos que todas las personas, dentro de sus parámetros de normalidad anhelan vivir en paz. Habitar en un país de paz, tomando en consideración que la paz es el único medio posible, para el completo ejercicio de todos nuestros derechos fundamentales y que es la llave del progreso, es la virtud de la democracia, es lo que nos va a permitir respetar las normas, convivir en armonía con los demás y obtener  trabajo en buenas condiciones, da equidad y es la única que permite, la vigencia plena del contrato social. 

La Cultura de paz se genera mediante acciones continuas, implícitas y orientadas hacia ese objetivo. 

El Ab. Juan José Hidalgo durante la presentación del proyecto Liga de Valores.
Cultura de Paz Ciudadana, es el conjunto de costumbres, acciones y reglas mínimas que generan un sentido de pertenencia, facilitan la convivencia social, conducen al respeto del patrimonio común, y al reconocimiento de los derechos y deberes ciudadanos. 

La Cultura de Paz pretende mejorar la forma en que el ciudadano trata al estado, la forma en que el ciudadano trata a otro ciudadano, y la forma en que el estado trata al ciudadano, queriendo con esto definir la calidad de la ciudadanía. 

¿Se puede generar una cultura de paz?. 
La respuesta es afirmativa. El ser humano en sí mismo es un ser cultural, porque a raíz de la misma cultura interacciona con otras personas. 

Estas interacciones pueden modelarse, como por ejemplo logra hacerlo en la conducta del consumidor a través de la publicidad, el marketing, o como se hace en la política, a través de estrategias específicas. 

Eleonor Russell, defensora de los derechos humanos y copartícipe de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, apropiadamente dijo, “No basta con hablar de paz, uno debe de creer en ella y trabajar para conseguirla” . 

Juan Pablo II, expresó también que: “La democracia necesita de la virtud, sino quiere ir en contra de todo lo que pretende defender y estimular”. 

Partiendo de estos dos grandes pensamientos, esto es, de que la virtud es necesaria para una plena vigencia democrática y que debemos trabajar para conseguir la paz, nace Liga de Valores, que es una acción de Cultura de Paz. 

La Liga de Valores, es la unión y la búsqueda de personas naturales, jurídicas, públicas y privadas, que consideran que el camino hacia el bien común y la vida plena es la propagación y promoción de los valores sociales, morales y espirituales. 

Es decir que,  a través de la difusión, dentro del ámbito de su influencia, quienes decidan ayudar a generar una Cultura de Paz Ciudadana, deben realizar acciones que mitiguen las conductas antisociales y ofensivas, generando la aceptación voluntaria de las normas jurídicas. Y viceversa; que las normas jurídicas, se nutran de las conductas pro-sociales de los ciudadanos que sean aceptablemente democráticos, en busca del bien común, y que no se desplace la moral cada vez que alguna situación nos impulsa hacerlo. 

Los valores tienen que ser promocionados, tienen que ser accionados, los valores son el conducto que permite una convivencia sana y segura. Es lo que nos va a permitir ser mejor padre, mejor hijo, mejor empleador, mejor empleado.  En fin, un mejor ciudadano, unirse a la Liga de Valores, es unirse al cambio social, porque el cambio nace de cada uno de nosotros y el poder de ese cambio es de cada uno de nosotros. 

Cada uno de nosotros, puede convertirse en un agente de cambio, a largo, corto y mediano plazo, solo hay que escoger un valor y promoverlo en el área de nuestra influencia; y así nos daremos cuenta, cómo, de la violencia pasamos a la paz, con una simple acción. 

Promoviendo uno o varios valores en nuestra casa, en nuestro trabajo, en nuestra comunidad, lograremos el cambio significativo, el más deseado, desde que el hombre piso la Tierra: un lugar mejor, un mundo mejor para vivir.  

Por eso hoy te desafío a ser un agente de cambio, a generar una Cultura de Paz y a hacer del mundo un mejor lugar para vivir, para nuestros hijos, para ti y para los que vendrán 

¡ÚNETE A LA LIGA DE VALORES!


      


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